sábado, 16 de febrero de 2019

Ponerla mirando para Cuenca

Ponerla mirando a Cuenca



Esta curiosa expresión nació durante el reinado de Juana la Loca y Felipe el Hermoso.

El español posee una gran cantidad de expresiones de uso muy habitual entre sus hablantes y un origen desconocido para la mayor parte de ellos. Muchas de estas frases, además, poseen ciertas connotaciones sexuales que despiertan la sonrisa de quienes las emplean o escuchan. Es el caso de «Poner a alguien mirando hacia Cuenca», una expresión cuyo origen y aplicación práctica se encarga ahora de desvelar una curiosa aplicación para móviles que hemos descubierto gracias al blog « Windows Phone Apps».
El origen de esta expresión que hace referencia a la ciudad castellano-manchega, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1996, se remonta al reinado de Juana la Loca y Felipe I el Hermoso, época en la que la corte castellana, ubicada en la ciudad de Toledo, contaba con una gran presencia de conquenses entre sus miembros.
Según narra el autor del blog « Emitologías», aprovechando esa circunstancia, el rey Felipe se hizo construir un pequeño observatorio astronómico desde el que podía determinar la dirección de las distintas ciudades del reino de Castilla. Como Juana no sentía ninguna clase de interés por la ciencia, la torre era el lugar ideal para mantener sus frecuentes aventuras amorosas sin despertar las sospechas de la reina.
La leyenda cuenta que cuando Felipe deseaba mantener relaciones con alguna moza procedente de la ciudad castellana, no tenía más que decirle a la reina que subía con la dama al observatorio, donde la iba a poner mirando para Cuenca. Los guardias del rey, que por supuesto sabían lo que iba a hacer el monarca en el observatorio, que comenzaron a utilizar la frase en sus visitas a los burdeles de Castilla.
La acción de estos soldados no solo contribuyó a que la expresión tuviera una rápida difusión, sino que la hizo perdurar hasta nuestros días, época en la que ha inspirado la curiosa aplicación de Windows Phone « PaCuenca». Este programa, además de mostrar la procedencia de la frase, permite a sus usuarios saber en todo momento donde está Cuenca, así como otros lugares emblemáticos de todo el mundo.
Aunque pueda parecer que esta aplicación es una simple ocurrencia de un programador, lo cierto es que esta curiosa expresión castellana no solo ha servido de inspiración para desarrollar una aplicación para la plataforma móvil de Microsoft, sino que desde hace tiempo cuenta también con numerosas alternativas similares diseñadas para funcionar en terminales Android iPhone.

sábado, 12 de enero de 2019

Se detectó un agujero negro

Se detectó un agujero negro que absorbe todo lo que cae de la mesa. Ampliaremos ...

Se detectó un agujero negro que absorbe todo lo que cae de la mesa. Ampliaremos ...





Un agujero negro1​ es una región finita del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada y densa como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella. Sin embargo, los agujeros negros pueden ser capaces de emitir radiación, lo cual fue conjeturado por Stephen Hawking en la década de 1970. La radiación emitida por agujeros negros como Cygnus X-1 no procede del propio agujero negro sino de su disco de acreción.

La gravedad de un agujero negro, o «curvatura del espacio-tiempo», provoca una singularidad envuelta por una superficie cerrada, llamada horizonte de sucesos. Esto es previsto por las ecuaciones del campo de Einstein. El horizonte de sucesos separa la región del agujero negro del resto del universo y es la superficie límite del espacio a partir de la cual ninguna partícula puede salir, incluyendo los fotones. Dicha curvatura es estudiada por la relatividad general, la que predijo la existencia de los agujeros negros y fue su primer indicio. En la década de 1970, Stephen Hawking, Ellis y Penrose demostraron varios teoremas importantes sobre la ocurrencia y geometría de los agujeros negros.
Previamente, en 1963, Roy Kerr había demostrado que en un espacio-tiempo de cuatro dimensiones todos los agujeros negros debían tener una geometría cuasiesférica determinada por tres parámetros: su masa M, su carga eléctrica total e y su momento angular L.

Se conjetura que en el centro de la mayoría de las galaxias, entre ellas la Vía Láctea, hay agujeros negros supermasivos.

El 11 de febrero de 2016, las colaboraciones LIGO, Interferómetro Virgo y GEO600 anunciaron la primera detección de ondas gravitacionales, producidas por la fusión de dos agujeros negros a unos 410 millones de pársecs, megapársecs o Mpc, es decir, a unos 1337 millones de años luz, mega-años luz o Mal de la Tierra.​ Las observaciones demostraron la existencia de un sistema binario de agujeros negros de masa estelar y la primera observación de una fusión de un agujero negro binario. Anteriormente, la existencia de agujeros negros estaba apoyada en observaciones astronómicas de forma indirecta, a través de la emisión de rayos X por estrellas binarias y galaxias activas.

La gravedad de un agujero negro puede atraer al gas que se encuentra a su alrededor, que se arremolina y calienta a temperaturas de hasta 12 000 000°C, esto es, 2000 veces mayor temperatura que la superficie del Sol